Uberización de los restaurantes, big data, bots, impresión 3D de comida, insectos, robots, alimentos de laboratorio… Todo ello y mucho más forma parte de «eatnomics«, la nueva economía de la alimentación, una revolución que ya ha comenzado. Marius Robles explicó en la feria HIP los cambios que se avecinan…
Eatnomics, la nueva economía surgida de la innovación alimentaria, nace marcada por la penetración de las nuevas tecnologías, los cambios en el comportamiento del consumidor, el auge de las startups, los nuevos modelos colaborativos y la entrada de actores como Google o Amazon. Una revolución que «abre increíbles oportunidades para emprendedores e inversores», explicó Marius Robles en su interesante ponencia en la feria HIP 2017.
El CEO y cofundador de Reimagine Food explicó cómo el sector de la alimentación está en plena transformación y desgranó los cambios, algunos vertiginosos, que se están dando en la primera ola (2015-2018) de esta revolución alimentaria que estamos viviendo actualmente:
- Atención a Google: acabará siendo la competencia de UberEats.
- Muy pronto pediremos pizza por chatbots (robots capaces de simular una conversación con una persona y cada vez más presentes en las aplicaciones de mensajería) o desde el mismo Facebook, a través de mensajes de voz. En este sentido, cadenas como Domino’s Pizza o Pizza Hut son las más innovadoras: ya admiten pedidos a través de reconocimiento de voz.
“La ‘uberización’ de la alimentación es ya una realidad, porque la gente busca experiencias ya listas para disfrutar”, señala Marius Robles. «Y eso es imparable».
- McDonalds ya se ha unido a Uber: esta plataforma de transporte ya ha comenzado a hacerle la entrega de comida en EE UU.
- El poder de la alimentación está en el dato. Just Eat y Deliveroo ya lo tienen. Deliveroo, en concreto, ya ha rastredo y analizado a lo largo de 5 años cómo se alimenta y qué se come en las ciudades; las tiene completamente mapeadas. Y Uber también los usa: sabe dónde dejan sus vehículos a las personas, qué locales están llenos, y cuáles están vacíos. «¿Será tal vez Uber la próxima guía Michelin?» se pregunta Robles.
- Objetivo: los comensales solos. La industria del foodservice va a prestar cada vez más atención a este creciente e importante colectivo (trabajadores, personas que viven solas, estudiantes, personas mayores) y va a ofrecerles mesas y localizaciones a medida donde se sienta cómodos y nada intimidados, además de platos para uno.
- El próximo gran paso en esta ola de cambios que va a sufre el sector alimentario es la innovación en el plato: la gran tendencia hacia la cocina vegana, que se potenciará sobre todo como sustituto a la carne. «Al ritmo que crece la población mundial, para atender la demanda de alimentación en 2050 habría que incrementar la producción agrícola y ganadera en un 75%, lo que es totalmente inviable», señala Robles. Ello abre el camino hacia las impossible foods, como las hamburguesas creadas en laboratorio, un producto que ya existe y que es capaz de engañar, por su gusto y aspecto, a la mayoría de los paladares. Y con una trazabilidad 100% garantizada. «Los sustitutivos de la carne son ya una realidad, e incluso se ha creado la primera “gamba vegana”, hecha en laboratorio y con un sabor marino logrado a través de algas. «Un nuevo alimento más sostenible, que no afecta al ecosistema.
- En el otro extremo, se van a potenciar los food replacements o sustitutos de comida, en forma de barrigas o suplementos para aquellos que no quieren comer, porque no les gusta o lo consideran una perdida de tiempo.
- Atención a los nuevos superalimentos, como la proteína de insectos, y al creciente consumo de zumos licuados.
- También forman parte de esta transformación los cambios en los modelos de consumo y la distribución. En 2016, por primera vez en la historia, el gasto en restaurantes ha superado al de los comercios.
- Cada vez veremos más restaurantes efímeros o pop-up, donde todo está impreso en impresoras 3D, desde la comida al mobiliario.
- Lo orgánico se une a lo tecnológico y puede convivir sin problemas. ¿Un ejemplo? El concepto de comida rápida saludable de Eatsa, en San Francisco con una oferta de más de 15 boles de quinoa y vegetales frescos con un ticket medio reducido, en un entorno muy tecnológico.
- Alta cocina a domicilio: Plataformas como Supper-london llevan a domicilio cocina de restaurantes con estrella michelin. Lejos quedan los días en que pedir comida a domicilio era sinónimo exclusivamente de las cadenas de comida rápida…
- Comer en casa de terceros: una opción que ya se da en ciudades como Barcelona de la mano de la plataforma EathWith, que ofrece o una gran variedad de menús, creados por 650 «anfitriones talentosos» en más de 200 ciudades en todo el mundo.
- Robotización: ¿Se imagina que un robot le traiga la pizza a casa? No es ciencia ficción: Just Eat ya está experimentando en Londres el reparto de comida con robots.
- La uberización de la alimentación: la economía colaborativa va a entrar de lleno en el sector. Uber comenzará (ya ha comenzado) a repartir comida a domicilio, y también la poderosa Air BNB desembarcará en breve: el potencial es enorme. “La ‘uberización’ de la alimentación es ya una realidad, porque la gente busca experiencias ya listas para disfrutar”, señala Marius Robles. «Y eso es imparable».
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