Cada vez más colectivos reivindican la calle como escenario de experiencias gastronómicas de calidad: es el movimiento «street food» que ya triunfa en diferentes ciudadades de todo el mundo. La iniciativa Street Food Madrid reclama una regulación «inteligente y rigurosa» de esta actividad en la capital, que contribuya además a impulsar la economía.

Logo de Street Food Madrid
Street Food Madrid ve en el movimiento street food «una oportunidad perfecta para el desarrollo de ideas ciudadanas y la revitalización económica».
La comida callejera se ha convertido en una tendencia gastronómica que, poco a poco, ha llegado a convertirse en un auténtico movimiento social y empresarial internacional. Así ocurre en ciudades como Nueva York, Vancouver o San Francisco, donde se permite o incluso promociona una street food de excelente calidad, o en Berlín o París, que están experimentando una absoluta revolución en el terreno de la street food, o en Londres, donde el propio gobierno impulsa esta forma de entender la gastronomía.
Sin embargo en Madrid, explican desde este movimiento, «nos hemos encontrado con una importante barrera normativa. Ni siquiera el Ayuntamiento parece tener muy clara cuál es la normativa de aplicación en nuestra ciudad a un movimiento emprendedor que está creciendo sin límites en las mayores urbes europeas y mundiales».
Respecto a la reciente ordenanza de dinamización de actividades comerciales en dominio público, que modifica la ordenanza de venta ambulante en Madrid, desde Street Food Madrid señalan que es «una solución claramente insuficiente frente a las demandas y propuestas de ciudadanos, chefs y nuevos emprendedores». La nueva norma sólo permite vender en la vía pública en Madrid alimentos envasados, sin ninguna manipulación añadida.

Street Food Madrid quiere reunir a emprendedores, empresas, cocineros, foodies, artistas y urbanitas para «reconectar con la calle»

El colectivo madrileño quiere reunir a emprendedores, empresas, cocineros, foodies, artistas, urbanitas para «reconectar con la calle«. «Aglutinamos agentes, proyectos e intereses, los sistematizamos y los ponemos en común para afianzar su fuerza y mejorar sus posibilidades de éxito», explican.
¿Sus objetivos? La promoción social, institucional y empresarial del movimiento street food en España y en Madrid, para reconectar los espacios públicos con el ocio y la gastronomía. «Que las instituciones no pongan trabas al gozo gastronómico en el espacio público«, solicitan.
Para ello es necesario crear en la capital un marco legal adecuado para la street food, en el que (cumpliendo, por supuesto, con las normativas europeas y españolas que garanticen la higiene y la salubridad) se permita el desarrollo de «una cultura gastronómica genuinamente afín al carácter español y madrileño». Una regulación viable, inteligente, conveniente, «que tenga en cuenta las posibilidades, las tendencias y los mercados de nuestros compañeros europeos».

El movimiento pide crear en la capital un marco legal adecuado para la street food, cumpliendo con las normativas europeas y españolas que garanticen la higiene y la salubridad

Hay varias formas de apoyar a este colectivo que propugna la gastronomía callejera: asociándose como como empresa, organización o ciudadano «foodie»; haciendo correr la voz por cuaquier medio y red social, o con grandes o pequeñas donaciones. Más info en www.streetfoodmadrid.es.