/p>>De nuevo, no puedo ser. El prestigioso concurso culinario sigue siendo inalcanzable para España, y cumpliendo con la tradición un país nórdico, Noruega, capitaneada por Orjan Johannessen, se alzó por quinta vez con el Bocuse d’Or. El equipo español, con el chef Alberto Moreno al frente, quedó en penúltima posición entre 24 finalistas, entre Chile y Guatemala.

Gran decepción para el equipo español, después de meses de intenso trabajo y dura preparación. «Todos esperábamos acabar más arriba, pero al final son los jueces los que deciden», explicaba a Efe Alberto Moreno, que señaló que durante la preparación «nos encontramos solos y desarropados«, y reclamó más apoyo de «las instituciones y de los grandes profesionales de la cocina en España» para lograr una mejor posición en el certamen.
Entrenado por Sergio Fernández y asistido en la cocina por Nicolás Sánchez, el chef extremeño, que regenta el restaurante DH Gastro en Pozuelo de Alarcón (Madrid), se mostró satisfecho, no obstante, por haber participado en un concurso de tanto prestigio. «Las estrellas Michelín te las dan o te las quitan, pero el Bocuse d’Or es la experiencia como cocinero más bonita que te puede pasar en la vida«, aseguró.
El chef Orjan Johannessen volvió a llevar a Noruega, por quinta vez, a lo más alto del Bocuse d’Or, demostrando la tradicional hegemonía nórdica en el concurso.
La gran sorpresa la dio Estados Unidos, con un equipo encabezado por Philip Tessier, al conseguir el segundo puesto y convertirse en el primer país de fuera de Europa en hacerse con el Bocuse de plata.
Suecia, con Tommy Myllymaki al frente, quedó en tercera posición, mientras que Finlandia se hizo con el galardón al mejor plato de carne. Francia, otra de las grandes favoritas, con el chef Nicolas Davouze, quedó en séptima posición.
El miembro del jurado danés, John Kofod Pedersen, admirador de la cocina española, explicaba a Efe que las naciones nórdicas invierten mucho en este concurso para dar a conocer su gastronomía, frente a países con reputación gastronómica consolidada como Francia, Italia o España.

Tras realizar sus preparaciones, Alberto Moreno se mostraba satisfecho «por haberlo dado todo», y aspiraba  a finalizar entre los diez primeros. El equipo español preparó en las 5 horas y 35 minutos reglamentarios dos platos, uno con trucha y otro con gallina de Guinea, ingredientes obligatorios, inspirados en la cocina conventual y en la hermandad de España y Francia a través del Camino de Santiago, poniendo énfasis en los sabores tradicionales y de la tierra.
La elección de la guarnición fue libre, con la excepción de un ingrediente, que fue el apio, anunciado horas antes de que se abrieran las cocinas. Un total de 24 jueces, uno por cada país finalista, probó los platos.
En la entrega de premios destacó la ausencia, por primera vez, de Paul Bocuse, fundador del concurso y patriarca de la cocina francesa, muy delicado de salud y a punto de cumplir 89 años.
El concurso Bocuse d’Or se celebra cada dos años en el seno del Salón Internacional de Hostelería, Restauración y Alimentación (Sirha), en la ciudad francesa de Lyon.
La selección de los países que llegan a la gran final mundial se realiza en pruebas clasificatorias continentales. El equipo español no logró clasificarse en la eliminatoria europea que se celebró en mayo del pasado año en Estocolmo, pero la organización del concurso le invitó posteriormente por el buen papel desempeñado en las pruebas, lo mismo que le ocurrió a Marruecos.
Estados Unidos y Canadá han sido países invitados en esta edición, sin tener que pasar por una eliminatoria.
Habla la Selección Española de Cocina Profesional
La Selección Española de Cocina Profesional, la «Roja de la Cocina«, encargada de representar a España en el Bocuse d’Or, ha felicitado a los ganadores y agradecido al Comité Internacional de Bocuse d´Or el acceso a la final.
«Estamos orgullosos a pesar de que no estamos satisfechos«, señalan en un comunicado colgado en su web, «ya que consideramos que sabemos y podemos hacerlo todavía mejor, y que el puesto 23 logrado (de 42 países que en total han participado ) nos sabe a poco… a poquísimo. Aseguramos que vamos a mejorarlo, del único modo que sabemos: con trabajo».
«(…) Es obvio que todavía nos falta mucho trecho para contar con los apoyos imprescindibles para estar a la cabeza de la élite de la cocina de competición internacional en el Bocuse d´Or. Estamos en ello, y esperamos que la dignidad y esfuerzos del equipo español sean una motivadora llamada a patrocinadores, organismos e instituciones para que se sumen a esta maravillosa aventura en la que España tiene aún mucho que decir y demostrar».
Desde ahora mismo a trabajar para programar y convocar el próximo Bocuse d’Or Spain Series 2016, del que saldrá seleccionado el equipo de chefs que representará a España en la próxima fase continental. «Prometemos que será sonado», aseguran.