Son concretamente Jordi Roca, Quique Dacosta, Ángel León, Nacho Manzano, Ricardo Sanz y Gorka Txapartegi: en total suman once estrellas Michelin. Los seis cocineros han recibido en Madrid el premio Chef Millesime 2013 por su contribución al prestigio internacional de la gastronomía española.

En esta cuarta edición de los Premios Millesime no hay un solo chef revelación ganador, sino seis. La organización ha dividido España en seis áreas y elegido un vencedor de cada una de ellas, en vez de dar un premio único. Así, no hay finalistas.
El jurado de los premios Chef Millesime by Cruzcampo 2013, integrado por críticos y periodistas especializados y presidido por el presidente de la Real Academia de Gastronomía, Rafael Ansón, ha premiado a cocineros que «trabajan para que la cocina española siga viviendo este maravilloso Siglo de Oro», según declaraba el presidente del Club Millesime, Manuel Quintanero.
Y es que el objetivo de los premios es doble: ensalzar cocineros que están desempeñando una labor importante a nivel local, pero con proyección internacional; y reconocer a profesionales que, aunque ya sean muy prestigiosos, todavía tienen mucho que decir desde sus fogones.
Mucha emoción entre los galardonados al recoger el premio en la gala final. Jordi Roca, el pequeño de los tres hermanos Roca, todavía está saboreando el reconocimiento a El Celler de Can Roca como el mejor restaurante del mundo por la revista británica Restaurant.

Quique Dacosta: «España tiene que poner oficinas de turismo gastronómico en las ciudades más importantes del mundo»

«Hemos recibido el calor de todos los colegas y de nuestros conciudadanos, ha sido fantástico. Y ahora a llevarlo con naturalidad, porque que te reconozcan tu trabajo al máximo nivel es lo más, pero también hay que tomarlo con distancia para que te afecte lo mínimo», declaraba emocionado a Efe.
Jordi Roca presentó dos postres que juegan con el mundo de los aroma, pero para disfrutar con el paladar, como el «Nuvol de llimona«, uno de sus clásicos elaborado con magdalena de limón, crema de mantequilla tostada y granizado de limón, y que  el perfumista Agustí Vidal ha convertido en fragancia. 

Para su segunda propuesta recorrió el camino inverso, partiendo del perfume «Eternity» de Calvin Klein «para trasladar esos aromas a las papilas gustativas a base de vainilla, albahaca, jalea de azahar, helado de bergamota y granizado de mandarina».
Dacosta sigue encadenando premios
Quique Dacosta también vive momentos «súper felices». En noviembre lograba la tercera estrella Michelin para su Quique Dacosta Restaurante en Denia, que además ha ascendido 14 puestos en la lista de Restaurant, y ahora llega el Premio Millesime; todo ello le ayuda contar con «un flujo importante de público nacional e internacional», explica el chef. Pero considera que para contribuir a la progresión de la cocina española se debe salir más al extranjero: «ya lo han hecho Francia, Italia y Japón, y ahora Perú. España tiene que poner oficinas de turismo gastronómico en las ciudades más importantes del mundo», afirma.

Dacosta agradeció el premio al equipo de su restaurante de Dènia, que considera parte de su familia.
 El jurado ha destacado de este extremeño, valenciano de adopción, «su técnica y vanguardia», pero sobre todo «la emoción que imprime a todas sus creaciones», como las presentadas en la gala Millesime: el ya mítico «Cubalibre de foie-grass», y «piedras de parmesano» y «hoja seca de maíz», inspirada en el otoño mediterráneo.
El mejor regalo para Casa Marcial
El asturiano Nacho Manzano ha recibido el premio justo en el vigésimo aniversario de su restaurante Casa Marcial, en la localidad asturiana de Arriondas, que tiene dos estrellas Michelin. Vencedor de la región de Asturias, Cantabria y Galicia, y triunfando con su nuevo restaurante en Londres, afirma que «el prestigio lo dan los colegas de profesión que nos admiran y se fijan en España».
«La gastronomía atrae a mucho turismo, por eso hay que apoyarla mucho, ya que es beneficioso para todos», asegura. En la gala preparó tres tapas: croqueta de jamón; coliflor en tres texturas con sardina ahumada y acederas, y callos de bacalao con cebolleta ahumada y lentejas germinadas.
El chef del mar 
Para Ángel León, el chef del mar, al frente de Aponiente (El Puerto de Santamaría, Cádiz) este premio «es maravilloso, es fuerza, es estímulo para el equipo». Considera que la cocina española, en estos momentos grises, “es la mejor tendencia para vender el país, un buen tren que tira con ilusión, creatividad, innovación y vanguardia y que permite ver España en el extranjero de una forma diferente», declaraba a Efe.
Calificado por el jurado de Club Millesime como «un poeta culinario del mar«, preparó una sardina ahumada; «saladitos de mar», que emulan a los camarones pero son pieles de pescados o plancton liofilizados, y su «jarrete marino», confeccionado con atún de almadraba, aunque aparentemente parece un jarrete de ternera.

»Seguimos ese camino inédito de hacer cosas que parecen carne, pero que son pescado; todo pasado por el mar, con el único fin de reinventar la cocina marinera y reivindicar un producto humilde con muchas posibilidades«, explicaba el chef inventor de los «embutidos del mar».
Un premio para Alameda 
Gorka Txapartegi, vencedor del País Vasco, dedicó el galardón a sus dos hermanos, que son con él la tercera generación de la familia al frente de su restaurante Alameda, en Hondarribia, poseedor de  una estrella Michelín. Explicó que lo que trata de transmitir es una cocina «de cariño». «Para nosotros, estar aquí ya es un premio y recibirlo en esta compañía lo engrandece», afirmó.

Ricardo Sanz: «me gustaría que el ‘boom’ que vive la cocina española sirva para subir el nivel medio de la restauración del país, que es una asignatura pendiente»

Siempre basándose «en el magnífico producto de la zona» en la que vive,  elaboró un «foie royal» con manzana, lavanda y miel, que parece un flan; un rollo de trucha ecológica rellena de requesón y manzana; y una crema de guisantes lágrima de Hondarribia con espuma de hinojo y aceituna negra.
Para el chef guipuzcoano la cocina española se mantiene en la vanguardia porque «es muy rica y variada en cada comunidad autónoma» y se ha hecho «un trabajo muy bueno de innovación y desarrollo».
 El embajador de la cocina japonesa
Finalmente, el mejor embajador de la cocina japonesa en España según Millesime, Ricardo Sanz,  elaboró en la gala unos callos a la madrileña a partir de espardeñas; un sunomono (ensalada) de tataki de bonito y un nigiri de toro, elaborado con la parte más noble de la ventresca de atún.
«Este premio es un paso más hacia mi objetivo en cocina; lograr que la cocina en crudo tenga el lugar que se merece dentro de la gastronomía española», afirmó el chef del madrileño Kabuki Wellington, con una estrella Michelín. Y pide un deseo: “me gustaría que el ‘boom’ que vive la cocina española sirva para subir el nivel medio de la restauración del país, que es una asignatura pendiente».